Información fiable en Internet.
A la hora de localizar la información deseada, es un problema saber si lo que ofrece internet es fiable o no. Sobre todo cuando el tema que necesitamos es totalmente desconocido para nosotros y pretendemos ofrecer un trabajo objetivo y veraz.
Hemos aprendido en clase la forma de encontrar esta información y debo reconocer que me sorprende lo poco exigente que hasta ahora he sido para seleccionar lo que me interesaba. Además de dedicar bastantes horas a leer y cotejar las páginas que me concernían, lo hacía sin una preparación previa y sin método.
Creo que a partir de ahora, una vez aprendidos los planteamientos previos a la búsqueda será cuestión de hábito el acostumbrarse a utilizarlo, aunque en un principio pueda resultar engorroso, sobre todo teniendo en cuenta la práctica anterior de búsqueda.
El criterio para saber qué tipo de información obtenemos se realiza mediante unas preguntas que nos haremos sobre el texto. En primer lugar plantearse ¿Quién es el autor de la información? A veces no consta y en ese caso yo la desecho. Lo que se publica en Internet no pasa ningún filtro de calidad, pero hay instituciones que en ocasiones respaldan esa información.
Tenemos que comprobar la actualidad de la información, si aparecen fechas de creación de la página y cuál es su propósito, si trata de informar, vender o explicar y el tipo de audiencia a quien se dirige.
Tenemos que distinguir si está bien estructurada la página en cuanto a contenidos y cómo es el diseño. Aún cumpliendo estos requisitos hay que comparar los datos obtenidos hasta conseguir lo que pretendemos.
A la hora de localizar la información deseada, es un problema saber si lo que ofrece internet es fiable o no. Sobre todo cuando el tema que necesitamos es totalmente desconocido para nosotros y pretendemos ofrecer un trabajo objetivo y veraz.
Hemos aprendido en clase la forma de encontrar esta información y debo reconocer que me sorprende lo poco exigente que hasta ahora he sido para seleccionar lo que me interesaba. Además de dedicar bastantes horas a leer y cotejar las páginas que me concernían, lo hacía sin una preparación previa y sin método.
Creo que a partir de ahora, una vez aprendidos los planteamientos previos a la búsqueda será cuestión de hábito el acostumbrarse a utilizarlo, aunque en un principio pueda resultar engorroso, sobre todo teniendo en cuenta la práctica anterior de búsqueda.
El criterio para saber qué tipo de información obtenemos se realiza mediante unas preguntas que nos haremos sobre el texto. En primer lugar plantearse ¿Quién es el autor de la información? A veces no consta y en ese caso yo la desecho. Lo que se publica en Internet no pasa ningún filtro de calidad, pero hay instituciones que en ocasiones respaldan esa información.
Tenemos que comprobar la actualidad de la información, si aparecen fechas de creación de la página y cuál es su propósito, si trata de informar, vender o explicar y el tipo de audiencia a quien se dirige.
Tenemos que distinguir si está bien estructurada la página en cuanto a contenidos y cómo es el diseño. Aún cumpliendo estos requisitos hay que comparar los datos obtenidos hasta conseguir lo que pretendemos.