El libro digital
Ante cualquier innovación tecnológica nos ponemos las manos en la cabeza y pensamos que ocurrirá cuando esa novedad se imponga.
En primer lugar podemos pensar que sería un descalabro económico el tener que sustituir funciones ya obsoletas por otras que supondría un reciclado del personal para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Maquinaria que quedaría en desuso, debido a los nuevos procedimientos de elaboración del nuevo material así como una red de distribución y almacenaje que tendría que optar por otros menesteres para continuar vigentes. Todo esto daría lugar al resquebrajamiento de un sector de la economía nacional, que sin duda quedaría afectado.
Después podemos pensar en la sustituible pérdida de lo anterior, que con el nuevo elemento queda mejorado…o no.
Podemos lamentarnos, empeñarnos en no usarlo nunca, decir que eso no va con nosotros…pero la realidad se impone y casi sin darnos cuenta nos adaptamos y transformamos en imprescindible el nuevo avance.
Eso pasó con los teléfonos móviles, con el ordenador y pasará con el libro digital.
Para conocer las ventajas de este nuevo invento, como es el libro digital, he encontrado un artículo de Javier Celaya en el que figuran todas las ventajas de este elemento, desde las nuevas pantallas con luz incidente que no fatigan la vista hasta una nueva tecnología, conocida como tinta electrónica que es parecido a leer en papel. Otra ventaja es que se puede ampliar el tamaño de las letras de acuerdo a las necesidades, permitiendo hacer anotaciones e incluso subrayar. A todas estas mejoras hay que unir la consulta de diccionarios sobre la misma pantalla, algo que permitirá disfrutar aún más del contenido. Podemos llevar varios libros, fotos o canciones en un formato cómodo y poco pesado (unos 300 gr.). No hay duda que todo son ventajas y con el tiempo estos “libros” se fabricarán con el tacto y el olor del papel.
Algo que también encuentro a su favor, será la disminución de tala de árboles para la elaboración de papel, por lo que se beneficiará el medio ambiente. En cuanto a espacio, podremos tener todos los libros de nuestra biblioteca en un solo elemento, este aspecto también es beneficioso a efectos de espacio, tan escaso en las viviendas actuales.
Por todo esto, creo que estamos cerca de la implantación total de estos libros, aunque siempre quedará quien resista…
http://www.elpais.com/articulo/portada/libro/futuro/elpepusoceps/20090405elpepspor_4/Tes
Artículo del País. Javier Celaya. 5-4-2009 (2-11-2009)
Ante cualquier innovación tecnológica nos ponemos las manos en la cabeza y pensamos que ocurrirá cuando esa novedad se imponga.
En primer lugar podemos pensar que sería un descalabro económico el tener que sustituir funciones ya obsoletas por otras que supondría un reciclado del personal para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Maquinaria que quedaría en desuso, debido a los nuevos procedimientos de elaboración del nuevo material así como una red de distribución y almacenaje que tendría que optar por otros menesteres para continuar vigentes. Todo esto daría lugar al resquebrajamiento de un sector de la economía nacional, que sin duda quedaría afectado.
Después podemos pensar en la sustituible pérdida de lo anterior, que con el nuevo elemento queda mejorado…o no.
Podemos lamentarnos, empeñarnos en no usarlo nunca, decir que eso no va con nosotros…pero la realidad se impone y casi sin darnos cuenta nos adaptamos y transformamos en imprescindible el nuevo avance.
Eso pasó con los teléfonos móviles, con el ordenador y pasará con el libro digital.
Para conocer las ventajas de este nuevo invento, como es el libro digital, he encontrado un artículo de Javier Celaya en el que figuran todas las ventajas de este elemento, desde las nuevas pantallas con luz incidente que no fatigan la vista hasta una nueva tecnología, conocida como tinta electrónica que es parecido a leer en papel. Otra ventaja es que se puede ampliar el tamaño de las letras de acuerdo a las necesidades, permitiendo hacer anotaciones e incluso subrayar. A todas estas mejoras hay que unir la consulta de diccionarios sobre la misma pantalla, algo que permitirá disfrutar aún más del contenido. Podemos llevar varios libros, fotos o canciones en un formato cómodo y poco pesado (unos 300 gr.). No hay duda que todo son ventajas y con el tiempo estos “libros” se fabricarán con el tacto y el olor del papel.
Algo que también encuentro a su favor, será la disminución de tala de árboles para la elaboración de papel, por lo que se beneficiará el medio ambiente. En cuanto a espacio, podremos tener todos los libros de nuestra biblioteca en un solo elemento, este aspecto también es beneficioso a efectos de espacio, tan escaso en las viviendas actuales.
Por todo esto, creo que estamos cerca de la implantación total de estos libros, aunque siempre quedará quien resista…
http://www.elpais.com/articulo/portada/libro/futuro/elpepusoceps/20090405elpepspor_4/Tes
Artículo del País. Javier Celaya. 5-4-2009 (2-11-2009)
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